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Susana Baca: La maestra que enseña el bien común

Susana Baca
Amaguaña,1958

Nació el 9 de octubre de 1958, en Amaguaña, Quito, Pichincha. Tiene un doctorado en Ciencias de la Educación y una maestría en Gerencia de Proyectos Educativos y Sociales por la Universidad Central del Ecuador. Ha sido maestra de escuelas rurales durante 39 años. En 2011 obtuvo el primer lugar en la categoría ‘Aprendizaje más allá del aula de clases’, con el proyecto ‘El aula de Susy en casa’, en el Foro Latinoamericano de Educación Innovadora organizado por Microsoft, en Santiago de Chile. En 2013 recibió el premio a la excelencia docente “Rita Lecumberri” por su trayectoria, entre otros reconocimientos. Cree que la educación aporta a la democracia al formar estudiantes que busquen el bien colectivo antes que el individual.

Mientras Ecuador regresaba a la democracia, Susana Baca empezaba a trabajar en una pequeña escuela de San José de Minas, una parroquia rural de Quito. Fue en la escuela Fiscal Femenina Cumaná donde dio sus primeros pasos como maestra. El lugar tenía pupitres y bancas derruidos por el tiempo y un patio de tierra. No había bar para los recreos. En su lugar, las niñas del último año traían los productos que tenían en su casa como pan, mermeladas y queso para venderlos a las estudiantes. Sus colegas y padres de familia la recibieron con entusiasmo, pues la llegada de una maestra significa mejores días para los hijos de una comunidad.

Era 1981 y, algunos meses antes de que Susana ingresara a la escuela, Jaime Roldós había muerto en un accidente. Sus compañeras le contaron que el presidente fallecido había triplicado, un año antes, el sueldo de los profesores. Su primer salario fue de 8.000 sucres. Pero a Susana su pago le llegó a los cinco meses. Pudo sobrevivir con unos ahorros ganados en la venta de peluches.

Seis años después, fue trasladada a su natal Amaguaña para trabajar en la escuela República de Argentina, en 1988. Recuerda que los profesores de esa época se guiaban por “El Libro del Escolar Ecuatoriano”, publicado en 1947, y la enciclopedia LNS. Ambos se usaron hasta 1990. Más adelante utilizaron el libro “Abramos surcos”. Pero durante la administración de Rodrigo Borja se diseñó una nueva colección de textos para mejorar la educación. Susana los usó porque traían información más actualizada y actividades para los estudiantes.

“La democracia es tener la posibilidad de exponer nuestras opiniones, de hacer valer nuestros derechos y de participar en igualdad de condiciones”

En 1996, en el período de Sixto Durán Ballén, se dio la Reforma Curricular Consensuada, que se la llamó así porque aportaron sectores sociales y organismos internacionales. Antes de ese año, los maestros tenían solo un listado de temas para las clases y se apoyaban en los libros académicos para impartir únicamente contenidos. Con esta reforma se estableció un currículum más organizado y amplio, que dio énfasis al desarrollo de destrezas, capacidades intelectuales, valores y actitudes de los alumnos. Los maestros recibieron la reforma impresa en papel periódico y de tanto manipular, las letras desaparecían con el uso. Susana recuerda que tuvieron capacitaciones, pero fue muy difícil llevar a la práctica la reforma.

En ese gobierno también se instauró ‘la hora de Sixto’. Fue una medida que adoptó el mandatario agobiado por los frecuentes apagones debido al estiaje en la central de Paute. Obligó a los ecuatorianos, mediante decreto, que adelanten una hora a sus relojes para aprovechar el día para realizar actividades y ahorrar luz. Los estudiantes debían ingresar a las 06:00. Al aula de Susana llegaban temblando de frío y aún dormidos. Muchos se enfermaron. La medida afectó el desempeño de los estudiantes, dice la maestra.

En la década de los años 90 empezó la introducción de la tecnología en la educación. Pero Susana se inició más temprano. Su primera computadora la compró en 1988. Eso le dio una ventaja sobre sus compañeros maestros, quienes hasta los años 90 hacían sus tesis en máquinas eléctricas.

Para el 2000, el Consejo Provincial donó computadoras a su escuela, las primeras que llegaron a la institución. Una de ellas fue instalada en el aula de Susana para enseñar a los niños el uso de la tecnología. Utilizaron la enciclopedia Encarta para consultar las tareas. “Yo me esforzaba mucho para dar a mis niños una educación diferente. No por ser de escasos recursos no van a recibir una buena educación”. Esas habilidades le dieron su fruto cuando en el 2011 obtuvo el primer lugar en la categoría ‘Aprendizaje más allá del aula de clases’, por su proyecto ‘El aula de Susy en casa’, que consistía en un blog para compartir tareas con sus estudiantes. Fue un concurso regional organizado por Microsoft, en Santiago de Chile.

“Hay que respetar a las personas, al medio ambiente, a los que no son iguales a nosotros. El respeto es el valor más importante en la democracia”.

Para Susana, la capacitación permanente siempre fue una deuda de los gobiernos con los maestros. Todo lo que aprendió fue por iniciativa propia o de otras instituciones. Por ejemplo, en el 2002, la profesora participó del proyecto ‘Escuelas lectoras’ de la Universidad Andina Simón Bolívar para la enseñanza de la lectura y escritura de calidad. Consistía en el aprendizaje de nueva metodología para enseñar esa materia a los niños más pequeños. Dice que con esa guía los niños de su aula salieron como unos excelentes lectores. En el 2010, la Andina creó los textos escolares de Lengua y Literatura basada en la experiencia de las ‘Escuelas lectoras’. Esos libros son los que ahora tienen los escolares de todo el país en sus mochilas.

La Unión Nacional de Educadores (UNE) también dio talleres, gratuitos o pagados, a los maestros. El gremio ha sido amenazado históricamente por los gobiernos por su capacidad de movilización y paros frecuentes. Susana dice que no era muy entusiasta de salir a las huelgas convocadas por la UNE, pero debía cumplir con la asistencia. Sin embargo, reconoce que la UNE logró conquistas a favor del sector como el aumento de sueldos. No puede decir lo mismo de la Red de Maestros por la Revolución Educativa, una organización paralela que fue creada en el gobierno de Rafael Correa. En la década de su mandato hubo una pugna permanente entre el Régimen y la UNE, que la terminó disolviendo en 2016. El gremio se reactivó en el 2018 cuando Correa salió del poder.

Susana recuerda que durante el mandato de Correa mejoraron las jubilaciones de los maestros, que fueron ‘pobres’ durante muchos años. Asimismo, en el 2011, equiparó los sueldos de los profesores a los del sector público y mejoró el salario de aquellos que estaban en el último escalafón. Los nuevos maestros que ingresaron al magisterio ganaron sueldos más dignos, aunque los más antiguos no pudieron mejorar su situación. Susana subió de posición recién en el 2015, con la reforma al Escalafón del Magisterio Nacional, aunque hace más de una década había sacado una maestría y un doctorado.

Pero dice que durante ese mandato, los maestros perdieron credibilidad y respeto por parte de los padres de familia. También, rememora, que esos años se disminuyó la posibilidad de expresar sus inquietudes sobre el sistema educativo y fueron limitados a hacer innovaciones en las clases. Esto ha durado hasta el gobierno de Lenín Moreno, donde la maestra recibió un llamado de atención por hablar directamente con el entonces ministro de Educación, Fander Falconí, en una visita que hizo la autoridad a la escuela de Amaguaña.

En lo que se refiere a materias, Susana añora Cívica que se dio en los planteles educativos hasta 1996. La maestra cuenta que a través de ella los niños aprendían normas de comportamiento y valores. Ahora existe el Desarrollo Integral Humano, que busca la prevención de las violencias y que los estudiantes se integren a la sociedad de manera productiva, según el Ministerio de Educación. La maestra aprovecha esta materia para desarrollar también la inteligencia emocional de sus alumnos. 

Susana cree que el aula de clases es el lugar donde se pueden formar personas que busquen el bienestar colectivo antes que el individual. Para ella, ese es el papel de la educación en la democracia: hacer ciudadanos conscientes y responsables socialmente con su entorno y medioambiente.

Susana Baca es profesora de escuela desde hace 39 años. Fue una de las pioneras de su institución en usar la tecnología en el aula. Fotos: Luis Argüello
Este es un repaso a los últimos 40 años de democracia desde la mirada de una maestra de una escuela rural que ha servido a sus alumnos con vocación y amor a la docencia.